miércoles, 31 de julio de 2013

Los últimos de Iglesias


Ojalá podamos seguir trabajando juntos, porque sois los mejores.
Mis compañeros. Con algunos tantos años que duele dejar todo esto atrás.
Mucha suerte a todos. Seguiremos luchando

 


lunes, 29 de julio de 2013

Nos trasladamos







Hoy he tenido que colgar el cartel de “nos trasladamos” en el que ha sido mi lugar de trabajo desde el día 4 de junio de 1990. Darle la espalda y mirar hacia adelante. Parece mentira, pero es así. Han sido muchos años, no han sido fáciles, hemos pasado por momentos muy complicados, pero siempre hemos conseguido salvar los escollos y salir a flote. Pero ahora no hay marcha atrás.
Muchos compañeros han quedado en el camino a lo largo de estos años, lo dieron todo y entre todos logramos llegar hasta el día de hoy. Una gran mayoría llegaron a su jubilación y han podido seguir disfrutando de un descanso bien merecido. Otros han tenido que buscar una salida en un lugar de trabajo diferente, y para vosotros deseo lo mejor. Algunos podrán continuar luchando en otras instalaciones, luchando como siempre lo hemos hecho, porque solo la lucha de todos nosotros ha permitido que hayamos podido llegar hasta aquí, y eso ha sido un gran logro. Y unos pocos ya no podréis ni siquiera leer estas palabras, y a vosotros especialmente os las dedico.
Hoy, cuando doy la espalda a esa verja que ya no cruzaré cada mañana, en mi cabeza se agolpan los recuerdos de momentos y personas.
Recuerdo aquel edificio ya derruido, donde pasamos tanto frio en invierno y tanto calor en verano. Recuerdo cuando solamente teníamos 2 ordenadores que nos íbamos turnando. Recuerdo aquel servidor que ocupaba toda una habitación, y donde las copias de seguridad se hacían a mano. Recuerdo el primer y único ordenador disponible con acceso a internet.
Pero sobre todo recuerdo a las personas. No quiero dar nombres, pero recuerdo a todos, a los que me caían bien y a los que no me caían tan bien. A los que discutía con ellos y a los que era fácil la comunicación.
Recuerdo aquellas celebraciones de cumpleaños al final de la tarde, cuando organizábamos verdaderos banquetes. Recuerdo las botellas de cava que nos tomábamos el 23 y el 30 de diciembre. Recuerdo los regalos que nos repartíamos cuando volvíamos de vacaciones. Recuerdo las lágrimas cuando algún compañero tenía que marcharse. Lo recuerdo todo, aunque sería interminable escribirlo.
Gracias a todos, aquella siempre será nuestra casa, aunque se haya colgado el cartel de “nos trasladamos”, y mis pasos cada mañana me lleven en una dirección diferente, en otro extremo de la ciudad.
Me había jurado que sería fuerte, que podría marcharme sin derramar una lágrima, pero me equivoqué. Y no me importa decirlo, porque nadie debemos avergonzarnos por llorar. Hoy ha llegado el momento, ese momento que no por anunciado, parecía tan lejano. He permanecido durante una hora sentada en mi silla, frente a mi mesa vacía. Solamente la mesa, la silla, y yo. Y el silencio. Todos mis efectos habían emprendido el viaje hacia otro lugar, el ordenador, los documentos, los armarios, todo. Solo quedaba la silla, la mesa, y el silencio. Y durante esa hora he llorado, no quería llorar, me había jurado ser fuerte. Pero necesitaba llorar, solo así podía despedirme de aquel lugar, y de todo lo que ha significado en mi vida, y en mi profesión.
Prometo ser divertida, prometo que este blog será un espejo de cómo soy. Pero hoy, y espero que se me perdone, hoy necesitaba despedirme de un lugar, de muchos recuerdos, y de una parte importante de mi vida. Y yo nunca he sido muy buena para las despedidas.

sábado, 27 de julio de 2013

Saaaaaabado



Estos están siendo unos días complicados en el trabajo, días de recuerdos,  recuerdos de grandes logros, y otros no tan grandes. De luchas, de malos y buenos ratos, de triunfos tras el esfuerzo. Y a veces no puedo evitar preguntarme si ha merecido la pena dar tanto. Sí, sé que ha merecido la pena. Los próximos días no van a ser mejores. Van a ser sobre todo días de despedidas. Y yo nunca he sido buena para eso, nunca me han gustado las despedidas. Así que mejor dejo el momento para cuando llegue, y ahora intento pensar que es sábado, fiiiiinde, yuuuuupi.
Así que saldré a pasar unas horas con algunos amigos. Y cuando yo salgo hay un lugar que me gusta, porque conozco a la gente, y no es lo mismo tomar algo en cualquier sitio, o tomarlo con amigos. Me gusta ir al Tubo.¡¡¡¡ Sí al Tubo!!!!!, ya sé que es un lugar muy turístico y bla bla bla. Pero hay lugares donde una se siente a gusto, y aunque pueda parecer lo contrario, sin aglomeraciones.
Probablemente vaya a tomar una cerveza a Mombasa Café, y pasar un buen rato de conversación con Raul,Pablo y Ramón. El Mombasa es el mejor lugar para tomar un café, una cerveza, o una copa a partir de las 11 de la noche cuando un Dj anima las noches. Ambiente muy característico, decoración del África Colonial, y Copito de Nieve en un rincón vigilando el lugar. Probablemente venga Fermín, sí seguro que viene, juega el Barca así que dejará su chocolatería, la que tiene en la Plaza de Sas, y se acercará al Mombasa. Siempre me dice que yo no voy a su chocolatería

Lou:   ya sabes que yo no soy de chocolate, soy más de cerveza
Fermín:   pero algún día te apetecerá chocolate
Lou:   mmmmm pues no sé, si le pones unas gotitas igual me convences jajaja
Fermín:   nada, pues no vendrás
Lou:   además quién fue a hablar, si tú en cuanto puedes te escapas a donde dan cerveza
Fermín:  jajajajaja pues sí

Y es que a Fermín lo conozco de eso, de tomar cervezas por la zona, en otros garitos que no son el suyo. Pero qué ratos de risas nos pasamos. Nos encontramos en todas partes: en el Mombasa, en La Pilara, en el Malabares, en Donde Siempre.
Por cierto, siempre voy a Donde Siempre antes de dejar la zona, y siempre me recibe Giorgo detrás de la barra. Giorgo es el gruñón más encantador que conozco, y cada día me sorprende. La última vez cuando llegué:

Lou:   buenas noches Giorgo, ¿qué tal?
Giorgo:   de puta madre, estoy hasta los cojones
Lou:   me encanta verte así, veo que todo está bien
Giorgo:   ¿y tú qué? ¿un Brugal ron cómo siempre?
Lou:   sí claro, un Brugal ron, como siempre

Y entonces me pone una cerveza, como siempre. Y a veces, según el día, me cuenta que hoy ha hecho tortilla de patata. Porque cuando hace tortilla de patata está menos gruñón. Y es que él la tortilla de patata la hace en el sofá, con su novia. Ya se sabe, vuelta y vuelta.

Pues eso, me pasaré por el Tubo, un buen rato con amigos siempre hace olvidar todos los problemas.
Ah!, y en otra ocasión hablaré de más gente y más lugares. Que este lugar da mucho juego

viernes, 26 de julio de 2013

Flashes

La soledad y la tristeza son capaces de crear grandes obras de arte

Nunca mires atrás para ver lo que has perdido, mira para ver lo que has vivido

Solo cuando lo has perdido todo, eres capaz de valorar todo lo que has tenido

Cuando pienses que lo has perdido todo, piensa en las sonrisas que has provocado, y la ilusión volverá a brotar

Cuando pienses que estás solo, recuerda que siempre hay alguien que está más solo que tú, y piensa que quizá podáis encontraos

Nunca vuelvas la espalda a un amigo, porque el dolor que provocarás tapará la felicidad que antes diste

Nunca tengas miedo a pedir perdón, nunca tengas miedo a decir te quiero

No tengas miedo a llorar, porque las lágrimas lavan la pena

Pero no dejes que las lágrimas te impidan ver el sol, porque el sol sale todos los días para ti

La vida es una carrera de obstáculos, sáltalos, tú puedes

Si alguien te tiende la mano, tómala, pero no la sueltes, porque quizá algún día vuelvas a necesitarla, y entonces no la encuentres

Si alguna vez dices te quiero, demuéstralo, no dejes que las palabras se las lleve el viento

Un amigo es para siempre, un conocido lo puedes encontrar todos los días

Empezando la casa por los cimientos



No soy muy dada a las presentaciones, pero como siempre me ha gustado hacer las cosas bien, al menos lo que yo entiendo por hacer las cosas bien. Y como siempre me ha gustado hacer las cosas en su debido orden, es decir, no soy de empezar la casa por el tejado. Pues eso, creo que lo lógico es comenzar presentándome, y que al menos todo el que se pase por aquí, si alguien tiene a bien pasarse, sepa quién es esta blogger novata.

Yo nací en La Rioja. Buena tierra, me dicen a menudo. Sí, es buena tierra, y buena gente. Aunque buena gente hay en todas partes. Y también tengo que decirlo, soy una chica de pueblo. Aunque con el tiempo me he convertido en una urbanita. Vengo de un pequeño pueblecito de La Rioja llamado Galilea. Allí pasé los primeros 18 años de mi vida, hasta que decidí tomar otro camino y saltar a la gran ciudad. Y esa gran ciudad fue Zaragoza.

Llegué a esta ciudad para estudiar una carrera universitaria. Creo que era la primera mujer de mi pueblito que estudiaba una carrera universitaria, aunque si estoy equivocada, ruego me perdonen. Ahora no recuerdo si había alguna más. Soy economista. No es un trabajo fácil hoy en día, aunque ninguno es un trabajo fácil hoy en día.

Y aquí continúo. Esta ciudad me adoptó, o yo la adopté a ella, no lo sé. En cualquier caso es el lugar donde quiero estar, donde me siento a gusto. Es el lugar que amo. Sin olvidar mi tierra, por supuesto. Allí continúan viviendo mis padres, mis hermanos, mis sobrinos.