Sin lugar a
dudas nos encontramos ante uno de los principales recursos para conseguir el
mantenimiento de una empresa. Incluso hay algunos que dirán que es el recurso
fundamental para el éxito de una empresa.
Desde luego
está claro que en la situación actual en la que nos encontramos, la falta de
recursos financieros es el motivo por el que muchas empresas están desapareciendo.
Y el principal escollo con el que se encuentran todos aquellos que deciden
adentrarse en la gran aventura de iniciar un proyecto empresarial.
El sistema
financiero tiene y debe hacer posible
que el crédito fluya hacia las empresas que pueden crecer y crear empleo. De la
misma forma que tiene y debe apoyar a todos aquellos emprendedores que tienen
un proyecto serio y están dispuestos a ponerlo en práctica.
Aunque no
debemos olvidar que el abuso de un recurso que hasta hace unos años se
conseguía con relativa facilidad, ha sido la causa del hundimiento de muchas
empresas. Y aunque lógicamente no ha sido así en una gran mayoría, sí debe
tenerse en cuenta para no tropezar en la misma piedra. Cuando los recursos
financieros se han obtenido sin grandes problemas, se ha llegado a niveles de
endeudamiento que han hecho derrumbarse grandes y pequeñas estructuras
empresariales.
Creo que ha
habido una gran falta de previsión por parte de muchos directores financieros,
los cuales al realizar sus previsiones no han tenido en cuenta un escenario
negativo como el que nos hemos encontrado. Todos sabemos que antes de realizar
grandes inversiones, incluso no tan grandes, se debe realizar un plan de
negocio con tres escenarios posibles: el escenario positivo, el escenario medio,
y el escenario negativo.
Es cierto
que el escenario negativo no fue visto con la virulencia con la que los
acontecimientos nos lo han traído. Pero también es cierto que muchas empresas
se dieron cuenta de que no se podía crecer basando el crecimiento en un
endeudamiento del 100%, y eso ha ocurrido puesto que los recursos financieros
fluían con facilidad.
Hoy por el
contrario, el gran problema al comenzar con un proyecto empresarial, o para
conseguir mantener a flote una empresa, es ese: conseguir el apoyo financiero
que se necesita.
Muchos
emprendedores tienen que lanzarse a la piscina con buenas ideas y mucha
valentía, arriesgando el capital que tienen ellos o sus familias, a la espera
de que ese proyecto pueda abrirse camino en un mundo donde ya nada es seguro.
Los
recursos financieros están ahí, y tanto los dirigentes políticos como las
instituciones financieras deben hacer que llegue a todos aquellos que los
necesitan. Por supuesto deben hacerlo garantizando que no se abuse de ellos,
que realmente haya un proyecto serio y responsable. Deben asegurarse que las
empresas están presentando planes de negocio reales que no escondan simplemente
una forma de tapar sus agujeros actuales abriendo otros más grandes.
Solo así
volveremos al camino del crecimiento y la creación de empleo.