Desde hace
unas semanas, mi vida dio un giro inesperado, o quizá no fue tan inesperado. De
pronto se cerró una puerta que había estado abierta durante veintitrés años,
una puerta que cada mañana traspasaba con ilusión. Pero otras personas
decidieron que debía cerrarse.
Los
primeros días fueron días de desorientación, supongo que eso es algo normal. ¿Y
ahora qué?, esa pregunta es inevitable, y yo me la he hecho, no lo niego.
Durante
unos días no he sabido contestar a esa pregunta, hasta que la niebla se ha ido
disipando, y el apoyo de algunos buenos amigos me ha hecho ver lo que en
realidad ya sabía. Yo misma me he preguntado: ¿por qué ahora?, ¿por qué ni
antes ni después, sino ahora?, tú sabes que las cosas no ocurren porque sí,
ocurren cuando tienen que ocurrir, en el momento correcto, solo tienes que
saber ver el porqué.
Mi amiga
María Ángeles me dijo una frase muy escuchada, pero muy real: piensa Lourdes
que a veces se te cierra una puerta y se te abre una ventana.
Y sobre
todo mi querida Virginia, un encanto de criatura, compañera de trabajo hasta
hace unas semanas, me dijo: ¡persigue tu sueño!
Esas tres
palabras fueron para mí como un pistoletazo de salida, el resorte que me hizo
tomar la decisión y ver claro qué es lo que iba a hacer. Ya lo sabía, ya lo
intuía cuando me hacía la pregunta: ¿por qué ahora?
Durante los
años anteriores he tenido un hobby que me permitió relajarme del estrés diario
que el trabajo me producía, solo era un hobby, escribir. Escribí una novela, y
comencé otra que se encuentra muy avanzada.
¿Y si lo
intentaba?, ¿por qué no?. ¡Persigue tu sueño!, me dije. Nadie gana si no lo intenta.
Nadie lo consigue si no da un primer paso.
Desde hace
unos días me encuentro revisando aquella novela que está empezada. Y hoy he
querido compartir contigo, lector anónimo que estás leyendo este blog, estos
planes de futuro. Y quiero compartir contigo también un pequeño párrafo de esa
novela.
Ojalá esto
sea el principio de un sueño increíble. Pero incluso si no es así, solo el
hecho de haberlo intentado ya será suficiente recompensa.
“Todo fin marca el inicio de algo nuevo. No
siempre ese nuevo comienzo es deseado. Cuando nuestra vida está marcada por
circunstancias favorables que nos hacen sentir bien, nadie desea un final. Pero
todo termina, y saber aceptarlo para poder seguir adelante, es lo que nos hace
más fuertes.
Una vida tiene muchos momentos que la hacen
ser única, la hacen ser nuestra vida. Ser feliz en todo este recorrido es una
tarea complicada. ¿Pero qué es ser feliz? Desde luego no es el dinero, ni el
poder. La felicidad solo se puede conseguir en contacto con otras personas. Son
las relaciones humanas las que nos permiten llegar a un estado de bienestar
personal que nos llena totalmente.
Somos humanos y necesitamos sentirnos
queridos. Incluso todo aquel que dice ser fuerte y no necesitar a nadie, no
dice la verdad.
Podemos pasar años pensando que somos
felices y que no necesitamos a nadie, pero a veces llega un momento en que
alguien se cruza en nuestro camino, y a partir de ese momento, todo gira en
torno a esa persona. Por esa persona podemos llegar a hacer cosas increíbles
que hasta el momento no hubiéramos sospechado que pudiésemos hacer. Es la
fuerza que nos hace sentir vivos. Hasta entonces hemos vivido tranquilamente, y
nos hemos podido sentir incluso felices, pero a partir de ese día ya nada es
igual. Algunos lo llaman amor, pero también tiene otro nombre: amistad.
No hay mayor dolor que sentir la pérdida de
esa persona. Te sientes incapaz de volver a la situación anterior, cuando
todavía no sabías que existía. Y entonces es cuando podemos saber hasta qué
punto somos fuertes, y sobre todo hasta qué punto sabemos perdonar.
Para ganar hay que apostar. La vida es un
juego en el que tenemos que apostar. Ella apostó, y perdió.
Y de esa pérdida surgen estas páginas. Un
deseo absurdo de engañarse, de mantener una relación de amistad que ya no
existe. Una válvula de escape que solamente es un bálsamo para un corazón que
necesita seguir vivo para no morir.
Ha comenzado de nuevo. Tiene mucha ilusión
puesta en el futuro, pero no puede olvidar el pasado.
Todo fin marca el inicio de algo nuevo.
Este principio comienza con un final. Y el tiempo, si es magnánimo conmigo, le
hará olvidar.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario