Cada día me
sorprendo más del aluvión de optimismo desbordado que arrastra últimamente al
ministro de Hacienda, el señor Montoro. Pase que el tercer trimestre de 2013 ha
marcado un crecimiento del 0,1%, pero de ahí a escuchar la cantidad de cosas
que tenemos que escuchar, me parece como poco de una falta de respeto enorme
hacia tantas y tantas personas que están en una situación muy desesperada, y
que tienen que ver cómo se las excluye en toda esta historia.
Desde luego
no me cabe duda de que el señor Montoro aprobó sin dificultad la asignatura de
Marketing, porque en eso es un lince. Pero para vender algo, además hay que
tener un buen producto, y creo que los únicos dispuestos a comprarlo en este
momento son los inversores extranjeros que andan en busca de gangas en el
mercado. Y desde luego que las han encontrado. La sensación que damos es que
este país está en liquidación, ¿o quizá es esa la realidad? “Está llegando el
capital extranjero en cantidades asombrosas”, nos están vendiendo en las
últimas semanas ¡Como si esto fuera una suerte! Vamos a ver, aquí lo que está
ocurriendo es que nuestras grandes empresas están en rebajas, estamos
liquidando saldos, y puede que hasta demos un 2 x 1. Poco a poco vamos a perder
el control sobre nuestra producción, y lo que es peor, lo que ahora puede
parecer pan caído del cielo, se va a transformar en beneficios que saldrán del
país hacia los países de origen del capital. Y aquí nos quedaremos con una mano
delante y otra detrás, porque ya nada será nuestro.
Pero lo que
más me asombra de toda la euforia del señor Montoro es que solo habla de las
cifras macroeconómicas, ¿y las microeconómicas?. Porque estas son las que nos
afectan a todos los ciudadanos de a pie que somos los jodidos en todo esto. ¿De
verdad cree que a todos los desempleados, a todos los jubilados, a todos los
que están con un ERE, etc. etc. les sirve para algo que suba el IBEX 35, que
baje la prima de riesgo, que la balanza comercial tenga superávit? Pues no, no
les sirve para nada. Además, cuando diga las cosas, hágalo de forma que lo
entiendan todos, o sino cállese. Por ejemplo, el superávit de la balanza
comercial me hace mucha gracia. Porque por supuesto que dicho así es un dato
positivo, muy positivo, pero si se analiza más detenidamente ahí la cosa
cambia.
Un superávit
de la balanza comercial significa que el dinero que entra en el país es mayor
que el dinero que sale por transacciones de compra-venta. Vamos, que las
exportaciones (ventas al extranjero) son mayores que las importaciones (compras
al extranjero). Hasta aquí genial. Lo malo es que en este momento, el superávit
se debe fundamentalmente a que nuestros productos están muy baratos ya que las
circunstancias nos han llevado a una caída de precios generalizada para poder
subsistir, y eso favorece las ventas en el exterior (otro ejemplo más de que
estamos de saldo, además de un riesgo de deflación). Pero al mismo tiempo el
poder adquisitivo de los españoles está cayendo también a marchas forzadas
(desempleo, bajadas de sueldos, disminución de beneficios, etc etc), y por ese
motivo las importaciones son bajas. Si no hay poder adquisitivo no se consume
ni dentro ni fuera. Desde este punto de vista el superávit ya no es tan
beneficioso como se quiere hacer creer. Vendemos fuera porque estamos baratos
para ellos, pero a pesar de eso no tenemos capacidad adquisitiva para comprar
ni fuera ni dentro.
Aunque
situación macroeconómica aparte, lo que ya es una desfachatez es que llevado
por esa euforia inexplicable, el señor Montoro insinúe que una cifra de 87.000
parados más en el mes de octubre es un dato que muestra una tendencia positiva y
un dato esperanzador para el futuro. Y eso sin contar lo que está en cola de
espera para seguir engordando las cifras del paro en noviembre y siguientes
(Fagor, Canal 9, otras televisiones autonómicas, etc).
Lo que este
país necesita es menos marketing barato, menos vendernos humo, y más
soluciones. Pero soluciones de verdad. Y si no saben o no pueden, como tampoco
van a dimitir, por lo menos quédense calladitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario