sábado, 3 de agosto de 2013

Mañana de sábado




Hay días en los que te levantas con ganas de hacer eso que sabes no va contigo, y sabes que va a ser tiempo perdido porque te conoces. ¡¡¡Pero qué demonios!!!!, hay días que a una se le va la pinza, ¿o será el calor?
Así que hoy me he tomado el café de la mañana tranquilamente, disfrutando del frescor que hacía en la terraza, ¡qué bendición! Y he pensado que iba a emplear la mañana en buscar esa mesa para mi cocina recién reformada, con sus respectivas sillas. ¡Y dónde mejor para estos menesteres que en una gran superficie famosa y especializada en muebles!
Yo no soy partidaria de este tipo de comercios, nunca encuentro lo que busco, me saturo tanto que no sé ni lo que quiero, pierdo el norte y el resto de puntos cardinales. ¡¡¡Pero qué demonios!!! Hoy me lo pedía el cuerpo. Así que he llegado a primera hora para aprovechar el tiempo.
Objetivo: mesas de cocina. Siga la flecha pintada en el suelo y llegará. Giro a la derecha, giro a la izquierda, a los 20 minutos ya había perdido la orientación, que no la flecha. Esa la mantenía cerca de mis pies, o no consigo salir de allí. A estas alturas ya estaba saturada y las mesas de cocina no se veían en el horizonte, pero ahí estaba la flecha. Mientras me indicara hacia adelante había esperanza de llegar. Me paro en uno de los giros, hago visera con las manos, y creo vislumbrar en la lejanía algo parecido a una encimera, con su fregadero y su placa de cocina. Acelero el paso, seguro estoy llegando a mi destino. Sí, no me equivoqué, ahí están las cocinas, perfectamente equipadas, y todas con su mesa y sus sillas. Pero, oh oh, esas mesas están integradas en la cocina, no son independientes. Y yo quiero una mesa suelta, ya tengo la cocina.

_ Siga la flecha, me indica un dependiente, y encontrará mesas

Sigo la flecha, poco a poco van apareciendo mesas para el jardín, mesas para la terraza, mesas para el porche (mira estas están bien), pero yo no tengo porche. Mesas para el salón, mesas de oficina, mesas, mesas y más mesas. ¿Y mesas para la cocina?
¿Por qué será que siempre actúa conmigo la Ley de Murphy? Da igual lo que busque, seguro que encuentro de todo menos eso. ¿O le ocurre a todo el mundo?
Finalmente llego a la sección de mesas de cocina, bueno, no era exactamente eso pero podía servir. Mejor pregunto a un dependiente porque tampoco veo muy claro el tema:

Yo: perdone, ¿mesas de cocina?
Dependiente: sí, aquí tiene bastantes modelos, pero donde mejor las verá es en la sección de cocina, allí puede ver cómo quedan
Yo: ya he estado allí y no me encajaban, verá, es que quiero una mesa redonda y no veo casi ninguna
Dependiente: se llevan más las rectangulares
Yo: sí, pero yo la quiero redonda
El dependiente me lleva hacia un espacio con una mesa redonda
Dependiente: ¿de este estilo?
Yo: sí, pero con un diseño más moderno, esta es de color madera y yo la quiero con un toque de color azul, y si es posible con líneas finas, y con algún punto de cristal
Dependiente: creo que no tenemos nada así, quizá si mira mesas de salón le puedan encajar
Yo: pero quiero una mesa de cocina, no de salón

Finalmente decido olvidarme de la mesa y salir del establecimiento, pero maldita sea!!!!!! Tengo que seguir la flecha para encontrar la salida. Si viniera más sabría encontrar un atajo, pero estoy perdida en aquel mar de muebles
Sigo la flecha y llego a la sección de baño. Entonces recuerdo que necesito accesorios para el baño también recientemente reformado. ¡¡¡Un toallero de pie, eso necesito!!!! Miro a mi alrededor: toalleros para poner en la pared, para pegar en el mueble, radiadores toalleros, pero ningún toallero de pie. Maldita sea, otra vez Murphy. Vuelvo la cabeza a mi alrededor para ver desde qué rincón escondido me está mirando y riéndose de mí.
Pregunto de nuevo

Dependiente: ¿toalleros de pie? ha mirado nuestro catálogo?
Yo: pues no
Me entrega un catálogo
Yo: verá es que a mí me gusta verlo de verdad, me hago mejor a la idea
Dependiente: pues ahora no tenemos ninguno en exposición, la próxima semana sí habrá
En ese momento me pongo a temblar pensando en todo el camino siguiendo la flecha para encontrar la sección de baño
Yo: pues ya volveré, digo sin mucho convencimiento

Sigo la flecha y llego a las escaleras mecánicas que me llevan a la primera planta, bieeeeeeen, por fin la salida!!!!!!!!!, jajajajaja de eso nada, planta de complementos, y una nueva flecha en el suelo.
Mira qué bien, me digo, quería unos platos de esos de colores y formas diferentes, para poner un punto de alegría en el filete con patatas, y unos cuencos de diferentes tamaños y colores. Pon un punto de color en tu vida, yupiiiii!!!!!!!
Encuentro los platos, los hay chulos, pues voy  llevarme un surtido de colores. Entonces, ¡oh sorpresa! Los venden en lotes de 6 platos hondos, 6 llanos y 6 de postre, todos del mismo color. Busco al dependiente.

Yo: es posible llevarme 10 platos hondos y otros 10 llanos de los 6 colores que tienen?
Dependiente: no, tiene que llevarse juegos completos
Yo: pero es que los de postre no me interesan, y quiero un poco de cada color
Dependiente: puede llevarse un juego de cada color
Yo: ya!!!! Pero eso son 36 platos de cada tipo, incluido 36 platos de postre que no quiero
Dependiente: estos modelos no se venden sueltos, para eso hay otros modelos allí
Y me señala hacia un punto que ya había visto
Yo: ya los he visto antes, pero yo quiero platos de colores y formas diferentes, no quiero los platos de toda la vida, de esos ya tengo

Decido continuar adelante porque a estas alturas ya sé que he ido para nada, ¿o esto ya lo sabía mientras tomaba el café en la terraza? ¡¡¡¡¡Claro que lo sabía!!!!!!!
Cuando consigo salir a la calle, y dejar atrás la maldita flecha que me persigue, le digo a K: la próxima vez que te diga que venimos a ver algo, recuérdame esta mañana por si se me ha borrado del disco duro.
Así que esta tarde, o un día de estos, me acercaré a las tiendas de toda la vida, que sé tienen lo que busco, y solucionado. Y en la tienda del chino de la esquina tienen unos platos chulísimos que se pueden comprar por separado, y como son baratos se renueva la vajilla cada mes. Además me han dicho que Murphy no suele frecuentar esos lugares, jejejeje

Si es que una mañana tonta la tiene cualquiera, ¿o será el calor? Creo que necesito ya vacaciones

1 comentario:

  1. ¡Já, já, já! Gracias, me has alegrado el rato y recuerda, la realidad puede superar a la ficción.

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