Unos años
antes conocí una ciudad muy especial, Isfahán. Como muchas otras ciudades,
tenía detrás una historia apasionante, y hasta cierto punto exótica. Una buena
parte de esa historia está unida a un personaje que a mí siempre me ha atraído,
Abu Ali Ibn Sina (médico, científico, filósofo, un gran sabio), comúnmente
conocido como Avicena. En mi ruta hacia Samarcanda, tuve la oportunidad de
conocer la ciudad donde nació, Bujara.
Y una vez
más me vi rodeada por el azul. Increíble azul, dando forma incluso a lo más
simple, dándole grandiosidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario