El
retroceso en los derechos de las mujeres, aprobado esta semana con el apoyo de
los sectores conservadores más retrógrados y catolicistas de este país, me
parece la mayor de las hipocresías de dichos sectores. Y me explico.
Se basan en
sus concepciones más conservadoras para criminalizar a una mujer por ejercer su
derecho a decidir si tiene o no un hijo, cuando ninguna mujer toma una decisión
de esa magnitud por simple capricho. Para una mujer, tomar una decisión así es
un proceso doloroso, y solo cuando es la única solución a su problema, la toma.
Pero lo que
me parece el colmo de la hipocresía, y lo que me causa auténtica vergüenza, es
que una parte de esos sectores conservadores, han estado durante años detrás del
robo de niños, decidiendo unilateralmente qué mujer tenía derecho a tener un
hijo y criarlo. Pero ¿quién se han creído que son? Demonizaban a una mujer que ejercía
su derecho a tener a su hijo, criarlo y amarlo, con el argumento de que eran
unas descarriadas que iban a criar hijos descarriados. Esas mujeres no querían
abortar, pero les robaban su derecho a ser madres. Y ahora quieren darnos
lecciones de moral, demonizando a una mujer por querer ejercer su derecho a no
ser madre, cuando esa decisión, insisto en que solo se toma en situaciones límite.
La doble
moral que impera en algunos sectores de esta sociedad, es vergonzosa.
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