Esta tarde
he estado tomando un café con Carmen, una compañera de trabajo hasta que las
dos dejamos de ser compañeras
para ser amigas. Carmen ya no tiene que preocuparse por el trabajo, y me alegro
por ella porque se lo merece. Sin embargo ella se preocupa por mí.
Hemos
hablado del tiempo libre, de cómo ahora puede disfrutar de su marido después de
tantos años de lucha. Y finalmente hemos terminado hablando de lo que dejamos
atrás en el tiempo en el que trabajamos juntas. Casi me hace llorar cuando me
ha dicho:
_ Tú
mereces lo mejor Lourdes, ojalá tengas mucha suerte. Contigo todo era fácil porque
tú facilitabas tanto las cosas que trabajar a tus órdenes era un placer.
Nos
tomaremos otro café Carmen, espero que pronto tenga algo que celebrar, y desde
luego lo celebraré contigo.
Gracias a
ti por haber tenido la suerte de trabajar a tu lado
No hay comentarios:
Publicar un comentario